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El autor nació en algún sitio, en un momento determinado. Estudió y trabajó. Se relacionó, tuvo sus logros, sus fracasos... pero eso no es lo importante. Lo reseñable de verdad es que, en un momento determinado, una idea se introdujo en su cabeza. Bueno, dos: cambiar el mundo y ganar mucho dinero. Y no necesariamente por ese orden. Así que se dijo: “No se me da mal escribir. Un libro puede conseguir ambas cosas”. El resultado de tal reflexión está ahora en sus manos: ahí tiene la novela. Que cumpla los objetivos para los que fue escrita, depende de usted: cambiar el mundo está a su alcance, adelante.

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